Hubo múltiples llamados a la comisaría y al 911 advirtiendo de la celebración. Cuando los efectivos llegaron al lugar encontraron a los invitados celebrando como si no hubiese pandemia. En otro operativo, los mismos uniformados clausuraron un bar del departamento.
Unos recién casados no pudieron terminar de celebrar su unión junto a sus familiares porque cayó la Policía al salón y les aguó el festejo. Aunque el terminar con la celebración no fue por un capricho policial.
Los efectivos detectaron que todas las personas que se encontraban en el salón no respetaban ninguno de los protocolos vigentes para evitar la propagación de la pandemia, informó la Policía.
El operativo se hizo en la madrugada del domingo en el Resto Bar El Algarrobal, ubicado en la Ruta 150, en La Puntilla.
Allí se celebraba un casamiento y tras múltiples llamados al 911 y a la Seccional 21ra, acudieron los efectivos que dirige el comisario inspector Vicente Álvarez, según la Policía.
Al llegar vieron a decenas de personas festejando en ese predio. Al hablar con el personal del salón, los efectivos determinaron que el sitio no contaba con algunos documentos habilitantes.
También contabilizaron que habían más de 130 personas en el lugar y que la mayoría estaba bailando, que compartían las bebidas y que además no usaban barbijos, algo estrictamente prohibido por los protocolos sanitarios provinciales, precisaron fuentes policiales.
Además establecieron que las mesas y los comensales no respetaban el distanciamiento establecido para los locales comerciales. Es por eso que el juez de Paz de Jáchal, Ricardo Orellano, ordenó la clausura del local y el casamiento llegó a su fin.
Otro bar clausurado
Un día antes, los mismos efectivos de la Seccional 21ra realizaron otra clausura similar en el departamento Jáchal.
Fuentes policiales precisaron que a las 4.30 de ese día procedieron a la clausura del Resto Bar Brooklyn, ubicado en calle Sarmiento y Rivadavia. Allí los efectivos vieron a muchas personas y cuando hablaron con el dueño, llamado Daniel Moreno, detectaron que le faltaba la habilitación de Bomberos.
Encima, Moreno desconocía la cantidad de clientes que estaban presentes (el protocolo dice que debe ser 40% de la capacidad total del lugar) y los uniformados contaron a 30 personas al momento de la inspección.
Ninguno de los clientes respetaba el protocolo dentro de ese espacio reducido del bar, informó la Policía.
Asimismo, el sitio estaba abierto fuera del límite establecido para los bares y locales gastronómicos, cuyo horario de cierre los viernes, sábados y feriados es a las 3.
Por todos esos motivos, el juez de Paz del departamento ordenó que sea clausurado, precisaron voceros policiales.
Fuente: www.telesoldiario.com
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